sábado, 24 de diciembre de 2011

EL VELO DE LA IGNORANCIA

A principios de los años 70 John Rawls publica su obra “Teoría de la Justicia”, en la que sostiene la sugerente tesis de que los principios de justicia se eligen tras un velo de ignorancia, en el que el desconocimiento de la posición que ocupará cada individuo al concebir su propio concepto de la sociedad conducirá a elaborar principios que sean justos para todos. De este modo nadie defenderá postulados movido por la defensa se sus propios intereses particulares, permitiendo una reflexión sobre un orden justo atendiendo a ideas y valores.


En el último Comité Federal del PSOE se inició el proceso que nos llevará al 38º Congreso del partido, una oportunidad para el debate profundo y sincero sobre el socialismo ante los desafíos que nos plantean los tiempos difíciles que vivimos. Comenzar debatiendo sobre quiénes vamos a poner al frente del partido, sin sentar primero las bases de qué ideas vamos a proponer y cómo vamos a trabajar para conectar con la ciudadanía, sería no haber entendido el mensaje que nos han vuelto a dar los votantes socalistas. Es tiempo de situarnos deliberadamente tras el velo de la ignorancia de la posición que ocuparemos en el proyecto político que debemos construir, pensando únicamente en los problemas de la gente para dar respuestas que hagan que recuperemos su confianza.


El debate congresual debe ser participativo y abierto, en diálogo con la sociedad, para elaborar entre todos un discurso político socialdemócrata, inspirado en nuestra tradición de defensa de los ideales de libertad, justicia e igualdad dando respuesta a los problemas de hoy. En primer lugar sobre la economía, el terreno donde se juega una parte fundamental de nuestro futuro, que en un mundo globalizado pasa necesariamente por fortalecer el discurso europeista. Tenemos pendiente el reto de forjar una conciencia ciudadana europea que permita ver más allá de los miopes intereses nacionales de cada país. La cultura y los intelectuales desempeñan un papel clave en esta y otras cuestiones que afectan a la ciudadanía. Hoy son más necesarias que nunca voces críticas que inspiren los cambios ante la crisis del sistema capitalista.


El necesario giro en el modelo productivo, plantea desfíos muy serios que conciernen a los gobiernos y a los agentes sociales y económicos. La salida de la crisis es una empresa colectiva que a todos nos concierne, se requiere un gran esfuerzo como país para acometerla. El diálogo social es el mejor modo de fortalecer el ánimo ciudadano ante los duros tiempos que afrontamos. Se necesita talento, inteligencia y corazón para hacer las reformas necesarias para conseguir una economía más competitiva, sin debilitar los servicios públicos de sanidad, educación y servicios sociales, claves para promover la igualdad en un modelo socialmente solidario.


Cuando la consideración de la política por parte de los ciudadanos atraviesa sus horas más bajas, es urgente recuperar la confianza en las instituciones democráticas, con reglas que aumenten la transparencia de los gobiernos en todos los niveles. Las administraciones deben ser de cristal, accesibles a la ciudadanía facilitando el acceso a la información sobre la gestión de los recursos que aportamos solidariamente entre todos para atender intereses generales. Hay que establecer canales de participación permanente en los asuntos que a todos nos conciernen, algo que las nuevas tecnologías de la información y la comunicación facilitan. Se trata en definitiva de fortalecer las instituciones democráticas, adaptando su funcionamiento y capacidad de relación con la ciudadanía a las posibilidades y exigencias del siglo XXI.


Para que nuestras propuestas tengan fuerza y conecten con los hombres y mujeres de nuestro país, necesitamos un PSOE representativo de la mayoría social que se identifica con los ideales de la sociademocracia. Necesitamos espacios para la reflexión permanente, más allá de los momentos congresuales, lugares participativos para elaborar y evaluar nuestros programas políticos si realmente aspiramos a cambiar la sociedad. Las dinámicas del partido han de contar con todas y todos, haciendo que la militancia se sienta útil y valorada, aprovechando el inmenso conocimiento de tantas y tantos militantes que tienen mucho que aportar. Una forma de hacer política en el territorio cercana a la gente, también en las grandes ciudades, organizando la acción poítica de modo que en cada barrio exista un compañero al que identifiquen los vecinos que allí viven con el partido socialista. La presencia en la socieda civil y en las redes sociales son una oportunidad excelente para fomentar el diálogo con la ciudadanía, para establecer una red de confianza que haga creíbles nuestros mensajes cuando llega el momento de pedir el voto.


Todo este debate debemos realizarlo situados tras el velo de la ignorancia, sin la vista puesta en los puestos de la organización o de las instituticiones, con todos los sentidos, el alma y la inteligencia concentrados en dar respuestas desde la socialdemocracia a los graves problemos que afrontamos colectivamente como sociedad, con una sola preocupación, el dolor de las personas que sufren los zarpazos de la crisis, con un único propósito, encarar el futuro con esperanza renovada.
Publicado en MálagaHoy el 20 de diciembre de 2012.