domingo, 19 de octubre de 2014

DESDE ANDALUCÍA

Hace poco que se cumplió un año de la llegada de Susana Díaz a la presidencia de Andalucía y procede hacer balance de este nuevo tiempo que ha iniciado en el socialismo andaluz. Su liderazgo se asentó por primera vez sobre el resultado de un proceso de primarias abiertas a toda la militancia socialista. Fue una decisión voluntaria impulsada por ella, puesto que en los territorios donde se ejerce la responsabilidad de gobierno como es el caso andaluz, no es preceptivo hacer primarias para elegir candidata o candidato si no se decide expresamente.

            Este gesto da la medida del pulso que tiene tomado a la realidad, siendo consciente de que un nuevo tiempo necesita de las maneras de la nueva política. Quiso llegar a la presidencia mediante un proceso abierto y participativo y logró recabar el apoyo de cerca de 23.000 compañeras y compañeros, más del cuádruple del siguiente aspirante en esta novedosa competencia por ejercer el liderazgo. Quienes cuestionan el proceso porque no se celebró votación, están despreciando a la abrumadora mayoría de hombres y mujeres del socialismo andaluz que depositaron su confianza en ella.

            El proceso ha servido para un relevo generacional en la dirección del partido mayoritario de la izquierda en Andalucía, que se ha anticipado a su tiempo también en esto. El paso a primera línea de personas jóvenes y con experiencia, está en consonancia con los seguidos posteriormente por el Rey Felipe VI en la Jefatura del Estado y Pedro Sánchez como secretario general del PSOE. El PP de Rajoy ha quedado fuera de juego, representa un pasado con olor añejo y rancio, que necesita ser superado por estar anclado en la vieja política.

            En una España teñida de azul, desde Andalucía se gobierna mediante un pacto entre dos fuerzas políticas de izquierdas, para desarrollar su acción de gobierno con arreglo a un programa resultado de su capacidad de diálogo y compromiso. La prioridad de la acción está siendo el empleo. Crear las condiciones para que las empresas tengan a favor generar riqueza en un contexto económico muy desfavorable. reducir trabas burocráticas para emprender, alcanzar acuerdos para atraer inversión productiva a Andalucía, junto con iniciativas para impulsar la construcción sostenible, la agricultura y el turismo, son ejemplos de este compromiso.

            El mantenimiento de los servicios públicos del Estado social es la segunda línea central para el Gobierno que preside Susana Díaz. En tiempos en los que la crisis golpea con especial dureza a las clases trabajadoras, se hace más necesario sostener el sistema solidario de garantía de derechos como la educación, la sanidad y las prestaciones sociales. La gratuidad de los libros escolares, el mantenimiento de la cartera de servicios sanitarios y el compromiso de atender a las personas dependientes a pesar de los recortes de Rajoy, demuestran que es posible otra política desde Andalucía.

            El tercer eje del pacto de gobierno es la regeneración democrática. Se está realizando una labor de revisión de los procedimientos administrativos, para tomar medidas que impidan que se vuelvan a producir abusos por parte de corruptos indeseables. Se ha aprobado la Ley de Transparencia y está en trámite la Ley de Participación Ciudadana, para profundizar en la calidad de nuestra democracia, para lograr un mayor control ciudadano sobre la política y empoderar a la ciudadanía más allá del ejercicio democrático de votar cada cuatro años.

            Y todo esto a pesar del maltrato al que el Gobierno del Partido Popular está sometiendo a Andalucía. Los más de 8.000 millones de euros que andaluzas y andaluces dejamos de percibir son un castigo político intolerable, que pone en serias dificultades abrir cada día nuestros colegios, nuestros hospitales y atender a nuestras personas en situación de dependencia. Mientras tanto el débil liderazgo de la derecha andaluza, se comporta servilmente guardando silencio cómplice ante esta agresión insoportable. No quieren testigos incómodos que demuestren que es posible gobernar de otra forma, que es posible poner todo el esfuerzo en crear riqueza y al tiempo ser solidario ante la adversidad  que sufre la gente. 

            Sabemos que no va a ser fácil la tarea comenzada, como estamos convencidos de que Susana Díaz va a poner todo su empeño en corregir con mano firme los errores del pasado caiga quien caiga, en gobernar el presente para sostener la protección que supone el Estado social y en trabajar para que caminemos juntos hacia un futuro que genere esperanza en las personas, que no deje atrás a nadie y que demuestre que es posible una salida justa de la crisis desde Andalucía.

Publicado en La Opinión de Málaga el 19 de octubre de 2014.