lunes, 17 de diciembre de 2012

ECONONUESTRA


El economista de Harvard nacido en Turquía y de origen sefardí Dani Rodrik, en su libro La paradoja de la globalización, reflexiona críticamente sobre su profesión estableciendo el diferente planteamiento de los expertos en economía cuando se expresan en el ámbito académico, en contraste con sus opiniones en foros menos exigentes. Los mismos economistas que sientan doctrina dogmáticamente en tertulias sobre qué hacer, realizan análisis más ricos en matices en la universidad, en una actitud intelectual más de acuerdo con como suele ser la sociedad, compleja, contradictoria y conflictiva.
      Las opiniones de los economistas, como en otros ámbitos del conocimiento, están marcadas por la ideología de quienes las formulan, en un terreno donde además se juegan muchísimos intereses. Un espacio en el que no es igual defender la neutralidad de la política ante los mercados favoreciendo a los poderes económicos, que concebir la política económica como un instrumento para reequilibrar la riqueza redistribuyéndola con criterios de igualdad, justicia y solidaridad. El campo de batalla ideológico por excelencia.
         Los ideólogos de la derecha presentan la crisis económica como la gran coartada para desmontar el Estado de bienestar. La economía se nos presenta como una ama tirana, a quien debemos rendir culto sacrificando a nuestros hijos en el altar de los mercados para aplacar su ira. El reto de la socialdemocracia es desvelar las coartadas ideológicas, demostrando que el reparto igualitario, justo y solidario de la riqueza hace a las economías de los países más prósperas, competitivas y eficientes. Formular modelos de crecimiento económico sostenido y sostenible, basados en la innovación, el conocimiento y el respeto al medio ambiente.
         En un mundo donde aplicar el conocimiento a la producción determina la competitividad, la educación y la investigación son vitales para recuperar la senda del crecimiento y la creación de empleo. Por tanto, el sistema educativo debe ser equitativo, para que todo el talento acceda a la formación sin que dependa del dinero de las familias la oportunidad de estudiar. No podemos permitirnos desaprovechar parte de nuestro capital humano, no solamente por un imperativo de justicia social sino por el futuro de nuestra economía productiva. Las inversiones en la educación pública deben ser la prioridad de la política económica de España.
        Activar los recursos económicos disponibles en inversiones productivas para el impulso de la economía es necesario, dentro de una política económica orientada a estimular sectores de futuro. La atención a personas dependientes tiene potencial para generar en el horizonte de 2015 más de 600.000 empleos, según el Informe de la Fundación Alternativas sobre La atención a la dependencia y el empleo. Las empresas españolas que exportan tienen un futuro prometedor, que merece el apoyo público para que aumenten su presencia en mercados exteriores. Sectores como las energías renovables, la biotecnología, las industrias culturales, la industria aeroespacial, las ecoindustrias, forman parte de la nueva economía a desarrollar y para la que estamos debidamente preparados. Tenemos empresarios capaces y profesionales cualificados, falta una política económica de estímulo.
       El lastre de la deuda requiere una respuesta europea solidaria que pasa por poner en marcha los eurobonos. No es aceptable que Alemania se esté beneficiando de la financiación al coste más bajo de su historia por la brecha del diferencial de deuda entre la Europa del Norte y la periferia. Reforzar las instituciones políticas europeas haciéndolas más democráticas y representativas, avanzar en la Europa federal de los ciudadanos es tarea prioritaria para la socialdemocracia. Existe un déficit más peligroso que el presupuestario, el déficit de gobernanza de la democracia sobre el poder financiero.
       Hace falta en definitiva una economía que atienda a las necesidades de la ciudadanía, que abra las ventanas a un futuro de esperanza para el empleo y el bienestar social de las personas, una econonuestra, con políticas económicas democráticas diferentes a las recetas de la derecha que solamente nos ofrece resignación ante los poderes económicos. Es esta la tarea urgente en la que los socialistas debemos emplearnos a fondo, ofreciendo alternativas innovadoras, rigurosas y realizables. El tiempo se agota para mucha gente que no puede esperar.

Publicado en La Opinión de Málaga el 16 de diciembre de 2012.



jueves, 22 de noviembre de 2012

ANDALUCES d´ESPLUGUES


Ante su manifiesta incapacidad para cumplir su compromiso de sacarnos de la crisis, las derechas española y catalana pretenden enredarnos en la tela de araña del debate territorial. Rajoy y Mas están aplicando las mismas recetas de recortes del Estado de bienestar desde sus gobiernos, injustas e inútiles para la reactivación económica y la creación del empleo que prometieron. Extienden la tinta de calamar de enfrentar dos nacionalismos, el español y el catalán, para ocultar el verdadero debate que interesa y preocupa a la mayoría social en este momento, la necesidad de encontrar juntos una salida justa a la crisis.
     La reciente España de las Autonomías, la que nace con la Constitución democrática de 1978, vino a resolver uno de los problemas ancestrales de nuestro país. Ha sido la respuesta a una circunstancia que algunos se empeñan en negar, la diversidad cultural de los territorios que componen nuestra realidad histórica. Una respuesta basada en el respeto de las diferencias, entendiendo la lengua, las singularidades de cada territorio y de las gentes que lo habitan, como una riqueza a preservar. Una España en la cual, sin renunciar a la identidad de cada uno, todos podamos sentirnos españoles en un proyecto de tolerancia, confianza y respeto mutuo.
      Algunos se han empleado a fondo durante años buscando réditos políticos partidistas, en agitar los vientos del enfrentamiento entre territorios. En calentar el ambiente pintando una España al borde de la ruptura de la convivencia pacífica. Ahora recogemos sus tempestades con el ascenso del nacionalismo independentista en País Vasco y Cataluña. El Partido Popular, secuestrado por la derecha más extrema, se ha instalado en el discurso contra las autonomías de aquel joven Aznar que escribía soflamas reaccionarias en el Diario de La Rioja.
      La realidad es otra. Es la de una Cataluña desarrollada industrialmente con la aportación de trabajadores andaluces y extremeños, que se integraron en la sociedad catalana sin renunciar a su cultura. Donde cuando llega la primavera celebran su particular Feria de Abril y hablan andaluz y catalán, pero no en la intimidad, sino en festiva convivencia. La de una Andalucía, a la que el inicio de la Guerra Civil le impidió ser una comunidad histórica, pero que hizo historia el 28F de 1980 levantándose cívicamente para conquistar el derecho a igual autogobierno que catalanes, vascos y gallegos.
      Una reflexión serena sobre el desarrollo de las autonomías, basada en estudios rigurosos y solventes, muestra una realidad en la que la igualdad no se ha visto dañada por la diversidad cultural y política, y lo más importante, que las distancias entre los diferentes niveles de bienestar entre territorios han disminuido considerablemente. Sin duda el sistema es mejorable, sin duda la experiencia de estos años y los tiempos demandan abordar la no duplicación y una mejor coordinación entre administraciones. Desde el PSOE se ha iniciado un proceso de reflexión sobre el modelo de Estado, para afrontar un futuro que garantice la convivencia pacífica de todos entendiendo la diversidad como un valor positivo. Es posible hacer juntos un camino por la senda del federalismo cooperativo y social, que concilie la mayor autonomía política de los ciudadanos de cada territorio con la inclusión participativa en una voluntad común de ser españoles. No es cierto que las autonomías sean un problema para la economía del país. El 55% de la población mundial, que representa el 65% del PIB global, vive en estados federales como Alemania y Estados Unidos, con economías competitivas en un mundo globalizado. Son los factores relacionados con su estructura económica, como la educación, las infraestructuras, los sectores de actividad productiva, los que explican la fortaleza de la economía de un país más que el modo de organizar el poder territorial.
      Son necesarios gobiernos cercanos a la ciudadanía, que se ocupen de servicios públicos como la salud, la educación, la cultura, la atención a la dependencia y las prestaciones sociales. Nuestra propuesta es hacerlo caminando juntos por la senda de una España unida y diversa, hecha con valores de convivencia y solidaridad. Una España en la que un andaluz d´Esplugues pueda celebrar la Feria de abril en Cataluña y un catalán de Sevilla pueda investigar con células madre en Andalucía. De todo esto, habla mejor que yo una mujer socialista, catalana de abuelos andaluces, profesora de derecho constitucional y que fue primera teniente de alcalde d´Esplugues de Llobregat, su nombre es Carmen Chacón.

Publicado en La Opinión de Málaga el 22 de noviembre de 2012.

miércoles, 31 de octubre de 2012

SIN HIPOTECAS


     El remordimiento. Esa cadena tirana que nos engancha a la pesada bola de nuestro sentimiento de culpa. La plomiza opresión del mantra de nuestro tiempo que nos repite una y otra vez martilleando insistentemente sobre nuestras conciencias, hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, es una poderosa fuerza dirigida a doblegar la conciencia y la voluntad de lucha de la ciudadanía ante esta injusta salida de la crisis.
       Pretenden convencernos de que quienes montaron la fiesta del crédito fácil y barato, para ganar enormes cantidades de dinero a costa del sueño de la clase media trabajadora de tener una casa en propiedad, no son en absoluto responsables del drama que vivimos. Quienes no quisieron ver el contrato precario con sueldo mileurista de un joven trabajador al pedir un crédito, sino que lo animaron además a comprarse un coche nuevo, amueblar la casa y darse un viajecito en vacaciones, ahora se convierten en verdugos de su futuro ejecutando cientos de desahucios diarios.
      La codicia de los bancos por hacer negocios altamente lucrativos con el crédito masivo, fue mayor que la prudencia que debieron tener a la hora de evaluar riesgos dentro de una buena práctica del negocio bancario. Claro que son altamente culpables de la situación que vivimos, donde uno de los grandes problemas de nuestra economía es el sobreendenudamiento de las familias al que contribuyeron entusiastamente comercializando créditos y productos financieros de modo irresponsable.
      El sector financiero que fue el origen de esta crisis brutal, pretende que el problema del agujero en sus balances lo paguemos entre todas y todos. Los defensores de la libre economía de mercado cuando ganaban dinero, se tornan ahora en exigentes demandantes de la intervención del Estado para socializar sus pérdidas bajo la coartada de la crisis económica.
      Es hora de decir basta. Hicieron malos negocios y deben asumir las consecuencias con las correspondientes pérdidas a su cargo. Y para la gente que sufre, hay que plantear seriamente alternativas. Resolver un drama humano que angustia a miles de familias a diario, la despiadada máquina de ejecutar desahucios que dejan en la calle a cientos de mujeres, hombres, ancianos y niños. ¿Por qué el dinero que se va a dar a los bancos para que tengan liquidez no pasa por levantar hipotecas de las familias que no pueden pagar porque han perdido su trabajo? ¿Son necesarias modificaciones de las leyes?, pues hagámoslas, seria, responsable y democráticamente.
     En estos días hemos podido conocer las propuestas de un grupo de jueces que elaboraban un informe para el Consejo General del Poder Judicial. En este documento se hace un examen crítico de la mala praxis seguida por la banca al extender créditos con ligereza y comercializar irresponsablemente productos financieros complejos. Sugieren extender al ciudadano sobreendeudado una parte de los beneficios y ayudas que la banca recibe del Estado, para evitar la ruina de esas personas y su exclusión social, y distribuir así las consecuencias de la crisis económica. Proponen el concepto de deudor hipotecario de buena fe, estableciendo la dación en pago regulada obligatoriamente, la modificación del procedimiento de ejecución hipotecaria, atribuyendo al juez la facultad de acordar moratorias de pago, medidas para que el deudor pueda continuar en su vivienda mediante arrendamiento. Un modo más humano de tratar a las personas para no dejarlas en la calle sin más.
        Todas estas iniciativas requieren cambios en las leyes, cambios necesarios que muestran que para salir de la crisis no podemos permitirnos una democracia por debajo de nuestras necesidades. El PSOE ha tomado la iniciativa política elaborando una proposición de ley de medidas contra el desahucio, el sobreendeudamiento y la insolvencia. Establecer nuevas condiciones que aumenten el plazo de pago, el alquiler social para seguir viviendo en su casa si se ejecuta la hipoteca, la dación en pago obligatoria y medidas que prevengan el alto endeudamiento en el futuro, son algunas de las propuestas de los socialistas para abordar este drama humanitario. Pudimos hacer más cosas y mejor cuando gobernamos y el precio político ante la ciudadanía está pagado en las urnas con creces. Ahora es tiempo de mirar al futuro sin hipotecas, con sensibilidad ante los que lo pasan mal, inteligencia para elaborar alternativas y coraje para plantear causas que abran ventanas a la esperanza de una salida justa a la crisis.

Publicado en La Opinión de Málaga el 31 de octubre de 2012.

miércoles, 10 de octubre de 2012

CUI PRODEST


Existe un principio jurídico de origen en el Derecho Romano, según el cual para determinar la autoría de un crimen resulta esclarecedor preguntarse cui prodest, ¿a quién beneficia?. Séneca lo expresaba con certeza en su Medea, “cui prodest scelus, is fecit”, aquél a quien aprovecha el crimen es quien lo ha cometido.
       En estos tiempos oscuros que nos ha tocado vivir, se está cometiendo delante de nuestras narices un crimen contra el Estado social. El que construimos entre todos como modelo democrático de convivencia en la Constitución, tras cuarenta años de opresión y atraso respecto al resto de Europa. Se nos cuenta que todas las medidas que se están tomando son por nuestro bien, que tenemos que hacer un esfuerzo para sanear la economía del país y recuperar la senda del crecimiento y la creación de empleo. En definitiva, que todos los sacrificios que se nos piden son en nuestro beneficio.
          En busca del equilibrio del presupuesto, el Gobierno aumenta la presión sobre las rentas del trabajo, sube el IVA e incrementa las retenciones a los profesionales. Existen medidas alternativas como perseguir eficazmente el fraude fiscal, el de las grandes fortunas y las grandes corporaciones, la recuperación del impuesto sobre el patrimonio, el aumento de la fiscalidad más sobre los que más tienen y la lucha contra la evasión de capitales.Pero esta elección supondría repartir las cargas de la crisis con más justicia y seguramente no resultaría beneficiosa para los poderes económicos.
        Se nos dice que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y que ahora toca reducir el tamaño de nuestros ayuntamientos, comunidades autónomas, parlamento, servicios públicos, de nuestra democracia. Sin embargo, no he escuchado a nadie decir que tenemos parroquias y curas por encima de nuestras posibilidades. La Iglesia es la gran ausente en los recortes de este Gobierno de la derecha ultracatólica. No estaría de más que soportara cristianamente parte del esfuerzo que se nos pide a todos, pagando el IBI como todos los ciudadanos y reduciendo la aportación del Estado al mantenimiento de su estructura. Hay que recordar que la aportación de la Iglesia a la encomiable labor social de las Caritas Diocesanas no llega al 5%, el resto de la financiación de sus programas de atención a los que más sufren la crisis se reciben de las diferentes administraciones. Pedir un esfuerzo solidario a la Iglesia seguramente no sería beneficioso para la jerarquía eclesiástica.
         Se recorta la joya de la corona del Estado de bienestar español, nuestro sistema de salud que garantiza prestaciones universales de alta calidad a costes más que razonables. Un modelo sanitario que ha favorecido la alta cualificación de nuestros profesionales de la medicina. Una salud para todos que favorece que la investigación biomédica sea una realidad pujante en España. Y se recorta bajo la capa que todo lo tapa de la “inviabilidad financiera”. Pues bien, también en esto hay alternativas y desde Andalucía marcamos camino. El Gobierno de la izquierda de Pepe Griñán planteó una subasta de medicamentos para reducir costes sin mermar calidad en la atención sanitaria. Pero esta medida chocó con la oposición frontal del Gobierno de Rajoy, tal vez por no ser beneficiosa para la industria farmacéutica.
           Se nos plantea la necesidad de rescatar al sector financiero, sanear bancos y cajas de ahorros para que fluya el crédito nuevamente a empresas y familias y la economía funcione de nuevo. Un rescate a un sector donde descubrimos de la noche a la mañana que Bankia no tenía los millonarios beneficios que decía, sino que era un profundo agujero negro que crecía a medida que íbamos sabiendo más sobre su nefasta gestión, sin exigir responsabilidades a sus gestores. Es hora de plantearse seriamente inyectar dinero con la garantía de todos para sanear la banca española, pero hacerlo pasando por rescatar a la gente de la losa insoportable que suponen sus deudas hipotecarias que no pueden pagar por la pérdida de su trabajo. Pero pedir responsabilidades a los gestores de las entidades financieras y rescatar a las personas antes que a los bancos, seguramente no sería beneficioso para los poderes financieros.
       La próxima vez que le anuncien medidas contra la crisis, pregúntese cui prodest, a quien benefician, si ninguna de ellas va encaminada a defender la protección del Estado de bienestar, si ninguna de ellas tiene como finalidad reactivar la economía y crear empleo, desconfíe y sospeche mucho. Alguien le está robando el futuro, el suyo y el de sus hijos.

Publicado en La Opinión de Málaga el 10 de octubre de 2012.

domingo, 9 de septiembre de 2012

¿HICISTE LOS DEBERES?


Comienza septiembre y los recuerdos de nuestra infancia y juventud nos llevan al inicio del cole. Todavía hoy la contabilidad de la actividad del año la hacemos de septiembre a junio y tras el verano comienza un nuevo curso en estas fechas. Ante el curso político cabe hacer esta pregunta a nuestros gobernantes: ¿hiciste los deberes?

Recientemente escuchamos a Rajoy explicar por qué no está cumpliendo su programa electoral y cómo está haciendo lo que se debe hacer. El Presidente se esconde en un deber moral que lo exime de toda responsabilidad, una coartada para explicar por qué hace lo contrario de lo que prometió. Él se ve  firme defensor de los derechos de los trabajadores, de la igualdad de la mujer, de la escuela pública, de la sanidad igual para todos, del sistema público solidario con los que pasan dificultades. Pero la malvada y odiosa bruja “Realidad” no se lo permite y lo obliga a caminar por la penosa senda de los recortes del Estado de bienestar muy a su pesar, a subir hasta el IVA de los chuches para disgusto y decepción de la niña de su debate.

Si lo piensan bien y recordamos sus discursos en campaña, su comportamiento se resume en un criterio que dejó claro en todos sus discursos: si ganaba las elecciones haría las cosas “como Dios manda”. Parece no decir nada pero lo dice todo. Su sentido del deber supone ser obediente con quien tiene poder para mandar. Llevado el planteamiento a las cuestiones terrenales de la economía, la sociedad y la política, está aprovechando el miedo paralizante que genera la crisis en la ciudadanía, para aplicar un programa de reformas siguiendo una agenda ideológica ultraconservadora de retroceso en las libertades y de desmantelamiento del Estado de bienestar como modelo solidario de acceso a la educación, la salud y la protección social.

Hay que decir que Rajoy es un alumno aplicado, que está haciendo los deberes con esmero y buena letra, obediente con los dictados de la seño Angela Merkel, candidato a ser el primero de la clase. Ha hecho una reforma laboral que facilita el despido, que debilita la capacidad de los sindicatos de defender los derechos de los trabajadores, que deja a capricho del empresario establecer las condiciones de trabajo que desee sin cortapisa alguna, que no crea empleo sino más bien todo lo contrario como la bruja “Realidad” nos muestra. Está deteriorando las condiciones de calidad de la escuela pública, pero mantiene e incrementa la financiación de los centros privados, incluso los que segregan a los alumnos por género. El desarrollo de la Ley de Dependencia está severamente comprometido, pero si una mujer está embarazada de un futuro dependiente se la condena a tener ese hijo y arreglárselas como pueda. El sistema sanitario público cada día es menos universal y da menos prestaciones, ampliando la oportunidad de negocio de la sanidad privada. Y a “los de la ceja” les va a dar su merecido por librepensadores y libertarios con la subida del IVA a la Cultura.

Yo soy yo y mis circunstancias que decía Ortega y Gasset, pero esta afirmación tenía un correlato que salvaba al ser humano del pesimismo determinista de su afirmación: si no actuamos sobre nuestras circunstancias estaremos condenados a someternos a ellas. Y es éste el cometido de la política, identificar bien las circunstancias de la realidad para con inteligencia y voluntad ser capaz de cambiar el estado de cosas de cada tiempo. Podemos coincidir en que es necesario sanear el sistema financiero para que el dinero y el crédito vuelvan a circular activando la economía productiva, pero quienes necesitan ser rescatadas son las personas que viven con angustia el dilema entre pagar la hipoteca y alimentar a sus hijos. El dinero que vamos a dar a la banca para sanear sus balances puede y debe llegar pasando por las familias que no tienen trabajo y no pueden pagar sus hipotecas. Y no vale esconderse tras el burladero de la legalidad para lidiar este toro, podemos y debemos cambiar democráticamente las leyes para hacerlo posible, para rescatar a la ciudadanía de los poderes económicos.

Es necesario escribir el cuento de otra manera, un cuento de esperanza en el que “Democracia” sea la heroína que se enfrente a la bruja “Realidad” para vencerla y rescatar a la ciudadanía de los poderes oscuros que manejan los hilos de la economía globalizada. Estos son los deberes que debe hacer un gobernante democrático, ofrecer alternativas políticas que transformen la realidad para salir de esta crisis preservando las libertades, la igualdad, la justicia y el modo solidario de convivencia que representa el Estado de bienestar. Tenemos formas diferentes de entender qué es hacer nuestros deberes, cada cuál se ha educado en un entorno social distinto. Yo fui a una escuela pública de un barrio obrero de Málaga.

Publicado en La Opinión de Málaga el domingo 9 de septiembre de 2012.

lunes, 13 de agosto de 2012

LA HERENCIA SOCIALISTA

Durante el pasado Congreso del PSOE de Málaga después de sesudas reflexiones analizando la encrucijada en la que se encuentra la socialdemocracia, tomó la palabra un veterano compañero de la agrupación de Rincón de la Victoria que con un lenguaje sencillo nos dejó a todos sin palabras. Nos habló de la herencia socialista, desde la perspectiva de quien tiene reciente y firmemente grabado en su memoria el recuerdo de cómo era España antes de 1982. Nos habló de las autovías que unen a personas y hacen accesibles los servicios públicos, de los colegios públicos que garantizan la igualdad en el acceso a la educación, de los hospitales que nos protegen ante la enfermedad sin preguntar si tienes dinero para pagar caros y sofisticados tratamientos y pruebas diagnósticas, de esa manera solidaria de hacer país que hemos denominado Estado del bienestar.
            Aquel hombre sencillo nos recordó con palabras claras los logros de 30 años de democracia en nuestro país, el desarrollo de una manera de entender la convivencia que surge con el pacto constitucional, en esta casa común que es España como estado social. Porque a veces hablamos de todo esto como si fuera parte del paisaje ciudadano por génesis espontánea. Olvidamos que el desarrollo de las políticas que construyeron el estado social tal y como hoy día lo conocemos se debe al impulso de los gobiernos socialistas de Felipe González y Rodriguez Zapatero.
            En 1985 fue un ministro socialista, José María Maravall, quien con la LODE inició la senda de la constitucionalización del sistema educativo,  de la inversión de gran cantidad de recursos económicos en dignificar una escuela pública que hasta entonces era muy pobre y de promoción de una igualdad de oportunidades en nuestro sistema educativo que hasta entonces no existía. En 1986 la LGS universalizó las prestaciones de la atención sanitaria a toda la ciudadanía, abriendo paso al desarrollo de un sistema público de salud de altas prestaciones que ha permitido el desarrollo científico y tecnológico de nuestros profesionales, con unos costes en términos de porcentaje de PIB por debajo de países como Francia y Alemania. Finalmente, en 1990 se aprobaron las pensiones no contributivas, garantizando unos ingresos mínimos a todas y todos al término de la edad laboral, cerrando la arquitectura básica de estos tres pilares del estado de bienestar.
            Durante el gobierno de Zapatero se impulsaron nuevas políticas de igualdad y no discriminación, se elevaron el salario mínimo interprofesional y las pensiones mínimas, se aprobó el estatuto del trabajador autónomo, se construyó una sólida red de escuelas infantiles para los menores de tres años, con un hito fundamental en lo que respecta a derechos sociales marcado por la puesta en marcha del Sistema de Atención a la Dependencia.
            Pero llegó mayo de 2010 y la crisis de la deuda modificó el panorama de la segunda legislatura. Zapatero presentó los términos del ajuste en el Congreso y lo hizo con un único propósito, evitar una intervención externa, lo que supondría la caída del gobierno democrático y su sustitución por un equipo de tecnócratas impuesto para cumplir los mandatos de los poderes financieros. El ajuste se hizo tomando medidas muy duras que afectaron a amplios sectores de la población y la economía, pero poniendo a salvo los pilares del Estado de bienestar, no hubo recortes ni en sanidad ni en educación, en pensiones solo había una congelación temporal que no afectaba a las pensiones mínimas y en dependencia se aplicaba solo a los pagos atrasados.
            Ante el abismo de ser intervenidos como había ocurrido con Irlanda, Portugal y Grecia, ante el riesgo de un programa de ajuste despiadado y sin posibilidad de someter al debate democrático, las medidas tomadas evitaron la ruina de una España rescatada donde la clase trabajadora habría sufrido infinitamente más. Zapatero entregó el gobierno a la fuerza política y al líder elegidos democráticamente por la ciudadanía tras las elecciones del 20-N.
            Sin duda se cometieron errores en el diagnóstico y la gestión de la crisis, el primero de ellos no abordar el problema de la burbuja inmobiliaria generada durante los gobiernos de Aznar. Los tímidos esfuerzos puestos en marcha con las iniciativas para una economía sostenible, no fueron suficientemente decididos para afrontar el necesario cambio de modelo productivo. La negación de la crisis y su magnitud no contribuyeron a preparar a la ciudadanía para asumir el programa de ajustes necesario. Las medidas tomadas no fueron capaces de generar confianza en que el peso del ajuste se estaba repartiendo con justicia. Y la gran asignatura suspensa, el saneamiento del sistema financiero exigiendo responsabilidades caiga quien caiga a sus gestores.
            La herencia colectiva del Estado de bienestar es la que está en riesgo ante el gobierno de Rajoy que usa la crisis como coartada para un ajuste ideológico. Ahora toca mirar hacia delante, hacer una lectura crítica del pasado y ponernos a trabajar por defender la herencia de nuestros abuelos y nuestros padres mirando al futuro, movilizarnos con corazón para entender el sufrimiento de tantos y atender sus voces de dolor y rabia, movilizarnos con inteligencia para idear juntos políticas que hagan viable una sociedad solidaria en el siglo XXI.
Publicado en MálagaHoy el 10 de agosto de 2012.

lunes, 16 de julio de 2012

UN PROYECTO COMPARTIDO

Comienzo la semana con la ilusión y la responsabilidad de formar parte de la dirección política del PSOE-Málaga asumiendo la Secretaría de Cultura de la Comisión Ejecutiva Provincial. Formar parte del equipo de mujeres y hombres elegidos democráticamente por las delegadas y delegados designados por las agrupaciones locales de la provincia para el Congreso del pasado sábado, es una enorme satisfacción que lleva aparejada la gran responsabilidad de representar al socialismo malagueño ante la ciudadanía.
            Mis primeras palabras son de agradecimiento a las compañeras y compañeros que han depositado en mí su confianza, a las y los militantes de mi agrupación por su respaldo y afecto, así como por lo mucho que he aprendido de todas y todos en las tertulias y actividades políticas desarrolladas por Guadalmedina en el Distrito Cruz de Humilladero de Málaga capital.
            Mi propósito es trabajar con todas y todos, en un proyecto abierto y participativo donde quiero contar con todas las voces, con todas las ideas y todo el trabajo de quienes quieran unirse a hacer juntos la propuesta cultural del socialismo malagueño.
            La Cultura es un instrumento clave en una sociedad democrática para el desarrollo de una ciudadanía de mujeres y hombres libres. Una sociedad lectora, es una sociedad de personas con criterio propio sobre la realidad social, económica y política. La Cultura como derecho de ciudadanía permite avanzar colectiva e individualmente hacia una sociedad más libre, más igualitaria y más justa.
            El ejercicio de la libertad está íntimamente ligado a la creatividad. El talento para la creación y la innovación deben tener cauces a través de los que expresarse por todos los canales, literarios, musicales, escénicos, plásticos. Una sociedad es más rica y más próspera si es capaz de generar oportunidades para todos en condiciones de igualdad, sin que las condiciones económicas sean un freno para el desarrollo del talento de las personas.
            Las industrias creativas tienen un gran futuro en un mundo donde el conocimiento y la innovación son un factor de desarrollo económico. Potenciar este sector productivo es clave para una modelo sostenible social, medioambiental y económicamente.
            Estas son algunas de las líneas que deseo impulsar desde la Secretaría de Cultura de la Ejecutiva Provincial del PSOE-Málaga. A partir de este mismo momento espero vuestros comentarios, sugerencias y aportaciones para hacer juntos este proyecto compartido de las y los socialistas malagueños. El correo electrónico al que podéis dirigiros es cultura@psoemalaga.es.

jueves, 12 de julio de 2012

HAGAMOS UN NUEVO TIEMPO

Tiempos difíciles los que nos ha tocado vivir, tiempos en los que el miedo y la desesperanza se alían con los poderes oscuros no democráticos, esos que denominamos eufemísticamente los mercados, que no son sino la codicia sin límites del dinero que opera sin alma en una economía globalizada, sin reglas que nos protejan del ejercicio caprichoso de su inmenso poder.
            “Ojalá el anillo nunca hubiera llegado a mí, ojalá nada hubiera ocurrido” se lamentaba Frodo en el Señor de los Anillos ante la pesada responsabilidad que pesaba sobre sus espaldas. Y Gandalf sabiamente le respondía: “Eso desean quienes viven estos tiempos, pero no les toca a ellos decidir. Solo tú puedes decidir qué hacer con el tiempo que se te ha dado. Hay otras fuerzas actuando en el mundo además del mal”.
            En estos tiempos difíciles asumir el liderazgo del partido socialista es una pesada carga, una enorme responsabilidad que supone el desafío de estar a la altura del papel que corresponde a la organización, como instrumento político de quienes no tienen más poder que el de ser la mayoría de la sociedad cuando comparten un proyecto colectivo.
            Tras la posguerra mundial en Europa fuimos capaces de construir un modelo de convivencia basado en la economía de libre mercado, que ha sido capaz de generar riqueza y prosperidad para una mayoría de la sociedad, redistribuyendo una parte importante de la misma mediante un estado social basado en la solidaridad y en unos servicios públicos de calidad a los que todos tienen acceso en igualdad.
            Esto es lo que está hoy en riesgo de perderse, esto es lo que la derecha neocon ha puesto en su punto de mira como objetivo a batir con la crisis como coartada. Una crisis financiera internacional que comenzó por la desregulación, porque la política perdió espacio frente a las fuerzas del capital, termina convirtiéndose en una crisis política de los estados democráticos por la deuda que tuvieron que asumir para paliar los efectos de la crisis financiera.
            Afrontamos estos tiempos difíciles desde una debilidad que arrastra desde hace décadas la socialdemocracia. Voces autorizadas nos advierten de la pérdida de influencia de nuestro discurso en las clases medias urbanas, de la sangría de votos en los grandes núcleos urbanos. Desde luego, sin duda alguna, saben de lo que hablan porque fueron protagonistas del inicio de este proceso político que comenzó a mediados de la década de los 90, cuando pesaba sobre sus espaldas la responsabilidad de dirigir el partido y las instituciones donde gobernaba el partido socialista.
            Los orígenes son variados y profundos, vienen de lejos por diversos motivos imputables al partido y a la evolución de la economía y la sociedad españolas, los análisis coyunturales y superficiales no ayudan precisamente a resolver un problema complejo y con múltiples causas. Raffaele Simone en “El monstruo amable” señala la pérdida de ideología entre la clase trabajadora, a la que hemos tratado como consumidores en lugar de ciudadanos, también en lo referente a las políticas públicas desarrolladas por los gobiernos socialistas. Un signo de esta confusión aparece cuando hablamos de vender nuestros logros, desviándonos de la función pedagógica de la política, que necesita ser explicada para ser comprendida y compartida.
            Es momento para recuperar el prestigio de la política como instrumento para superar las dificultades individuales con respuestas colectivas a los problemas. Es momento de ser capaces de sacudirnos el shock de haber gobernado el país durante los comienzos de la crisis. Hace falta valentía para reconocer los errores cometidos, para demostrar que hemos hecho muchas cosas bien, con patriotismo cívico pensando en el interés general. Pero lo más importante es que seamos capaces de mirar al futuro con esperanza, con la mirada limpia y sin hipotecas, defendiendo soluciones políticas para un nuevo tiempo, con liderazgos con coraje para escribir su propia página en el socialismo español y europeo.
            Estos son los retos sobre los que nos interpelan hoy los ciudadanos, estas son las cuestiones a las que tenemos que dar respuesta. El sábado que viene, el PSOE de Málaga elige Secretario General, la persona que cargará sobre sus espaldas el liderazgo para construir un proyecto de futuro en la provincia. Miguel Ángel Heredia tiene los apoyos para hacerlo y por lo tanto la responsabilidad de pilotar este proyecto. Como amigo y colaborador confío en su experiencia de estos cuatro años, en su capacidad para escuchar y saber hacer los cambios necesarios para la tarea que tenemos por delante. Para hacer un partido que sea más fuerte en la pluralidad de sus voces y su capacidad de crítica. Para aumentar la presencia del partido en la sociedad y de la sociedad en el partido, con espacios donde compartir la reflexión que nos permita elaborar ideas con la ciudadanía para convertirlas en acción política. Los protagonistas de las historias de superación en tiempos difíciles se rendirían si quisieran pero no lo hacen, siguen adelante, porque todos luchan por algo. Los socialistas como Miguel Ángel lo hacen por la libertad, la igualdad y la solidaridad.
Publicado en MálagaHoy el 12 de julio de 2012.

domingo, 22 de enero de 2012

HACIENDO CAMINO DESDE MALAGA A SEVILLA

Este domingo la militancia socialista malagueña celebra el Congreso Provincial para elegir los delegados y delegadas que nos representarán en el 38 Congreso del PSOE que tendrá lugar en Sevilla el 3, 4 y 5 de febrero. Han sido días de debate del informe de gestión y de la ponencia marco en las agrupaciones, con un debate participativo de los que hacen militancia. Un ejercicio de debate político entre compañeras y compañeros, que deberíamos mantener con regularidad, como una parte fundamental de la actividad política en las casas del pueblo.

            En la Agrupación de Distrito Guadalmedina, en Cruz de Humilladero, hemos mantenido en los días previos a nuestra asamblea sesiones de discusión de los documentos, con un vivo debate participativo que ha alimentado la propuesta de enmiendas que con la participación de todas y todos sin duda harán mejor el documento definitivo.

            No voy como delegado por mi agrupación al Congreso Provincial, pero estoy orgulloso de las compañeras y compañeros que componen nuestra delegación. Aprobamos una lista de consenso, en cremallera, encabezada por nuestra Secretaria General, Ana Paula Montero, que recibió el apoyo mayoritario de compañeros y compañeras. Me siento representado por todos ellos porque son militantes con acreditado criterio y compromiso en la defensa de los valores socialistas que compartimos. Me gustaría que de nuestro congreso saliera para el congreso federal una representación en cremallera y consensuada, en un ejercicio de acercar posiciones por parte de todos.

            Nos jugamos mucho en este 38 Congreso, en Andalucía especialmente porque somos la última línea de defensa de las políticas socialdemócratas en España. Es un congreso decisivo para el futuro del socialismo español, por lo que espero que del debate salgan las mejores propuestas para conectar con la ciudadanía, en nuestras políticas, en la manera de organizar el partido para que sea más útil a la sociedad y en nuestra manera de relacionarnos con la ciudadanía.

            Defendamos la candidatura que defendamos, siempre es más lo que nos une que lo que pueda diferenciarnos, todos compartimos un ideal político basado en principios de libertad, igualdad, justicia y solidaridad.  Iniciamos un camino movidos por nuestros mejores deseos de hacer un PSOE mejor, un camino que debemos hacer juntos, defendiendo en libertad la propuesta  que más nos motive, en mi caso es la de un nuevo tiempo con Carmen Chacón como Secretaria General, pero sea quien sea finalmente la elección, a partir del 6 de febrero será mi lider para ganar juntos las elecciones andaluzas el 25 de marzo con Jose Antonio Griñán.

Hoy deseo compañeras y compañeros, que tengamos un buen Congreso Provincial en Málaga.