jueves, 22 de noviembre de 2012

ANDALUCES d´ESPLUGUES


Ante su manifiesta incapacidad para cumplir su compromiso de sacarnos de la crisis, las derechas española y catalana pretenden enredarnos en la tela de araña del debate territorial. Rajoy y Mas están aplicando las mismas recetas de recortes del Estado de bienestar desde sus gobiernos, injustas e inútiles para la reactivación económica y la creación del empleo que prometieron. Extienden la tinta de calamar de enfrentar dos nacionalismos, el español y el catalán, para ocultar el verdadero debate que interesa y preocupa a la mayoría social en este momento, la necesidad de encontrar juntos una salida justa a la crisis.
     La reciente España de las Autonomías, la que nace con la Constitución democrática de 1978, vino a resolver uno de los problemas ancestrales de nuestro país. Ha sido la respuesta a una circunstancia que algunos se empeñan en negar, la diversidad cultural de los territorios que componen nuestra realidad histórica. Una respuesta basada en el respeto de las diferencias, entendiendo la lengua, las singularidades de cada territorio y de las gentes que lo habitan, como una riqueza a preservar. Una España en la cual, sin renunciar a la identidad de cada uno, todos podamos sentirnos españoles en un proyecto de tolerancia, confianza y respeto mutuo.
      Algunos se han empleado a fondo durante años buscando réditos políticos partidistas, en agitar los vientos del enfrentamiento entre territorios. En calentar el ambiente pintando una España al borde de la ruptura de la convivencia pacífica. Ahora recogemos sus tempestades con el ascenso del nacionalismo independentista en País Vasco y Cataluña. El Partido Popular, secuestrado por la derecha más extrema, se ha instalado en el discurso contra las autonomías de aquel joven Aznar que escribía soflamas reaccionarias en el Diario de La Rioja.
      La realidad es otra. Es la de una Cataluña desarrollada industrialmente con la aportación de trabajadores andaluces y extremeños, que se integraron en la sociedad catalana sin renunciar a su cultura. Donde cuando llega la primavera celebran su particular Feria de Abril y hablan andaluz y catalán, pero no en la intimidad, sino en festiva convivencia. La de una Andalucía, a la que el inicio de la Guerra Civil le impidió ser una comunidad histórica, pero que hizo historia el 28F de 1980 levantándose cívicamente para conquistar el derecho a igual autogobierno que catalanes, vascos y gallegos.
      Una reflexión serena sobre el desarrollo de las autonomías, basada en estudios rigurosos y solventes, muestra una realidad en la que la igualdad no se ha visto dañada por la diversidad cultural y política, y lo más importante, que las distancias entre los diferentes niveles de bienestar entre territorios han disminuido considerablemente. Sin duda el sistema es mejorable, sin duda la experiencia de estos años y los tiempos demandan abordar la no duplicación y una mejor coordinación entre administraciones. Desde el PSOE se ha iniciado un proceso de reflexión sobre el modelo de Estado, para afrontar un futuro que garantice la convivencia pacífica de todos entendiendo la diversidad como un valor positivo. Es posible hacer juntos un camino por la senda del federalismo cooperativo y social, que concilie la mayor autonomía política de los ciudadanos de cada territorio con la inclusión participativa en una voluntad común de ser españoles. No es cierto que las autonomías sean un problema para la economía del país. El 55% de la población mundial, que representa el 65% del PIB global, vive en estados federales como Alemania y Estados Unidos, con economías competitivas en un mundo globalizado. Son los factores relacionados con su estructura económica, como la educación, las infraestructuras, los sectores de actividad productiva, los que explican la fortaleza de la economía de un país más que el modo de organizar el poder territorial.
      Son necesarios gobiernos cercanos a la ciudadanía, que se ocupen de servicios públicos como la salud, la educación, la cultura, la atención a la dependencia y las prestaciones sociales. Nuestra propuesta es hacerlo caminando juntos por la senda de una España unida y diversa, hecha con valores de convivencia y solidaridad. Una España en la que un andaluz d´Esplugues pueda celebrar la Feria de abril en Cataluña y un catalán de Sevilla pueda investigar con células madre en Andalucía. De todo esto, habla mejor que yo una mujer socialista, catalana de abuelos andaluces, profesora de derecho constitucional y que fue primera teniente de alcalde d´Esplugues de Llobregat, su nombre es Carmen Chacón.

Publicado en La Opinión de Málaga el 22 de noviembre de 2012.