jueves, 10 de febrero de 2011

MALOS HUMOS

Contemplo con estupor la noticia, de que el asador “insumiso” ante la ley que prohibe fumar en establecimientos públicos, va a ser cerrado como medida ante el empecinamiento en no cumplir la norma, además de recibir la correspondiente multa económica. Mi estupor se debe a las reacciones que provoca esto en cierta derecha política y mediática, que jalea estas actitudes invocando un supuesto derecho a la objeción de conciencia a las leyes, fundamentado en el desacuerdo con ellas.

Todos recordamos las risitas del ex Presidente Aznar, cuando comentaba con hilaridad aquello de ¿quién me tiene que decir a mí lo que tengo que beber o no? alzando una copa de vino, en una crítica ante una campaña de tráfico concienciando a los ciudadanos de la importancia de cumplir con las normas de circulación para salvar vidas. Los que estas posiciones defienden, lo hacen invocando la defensa del individuo por encima de toda consideración social, en una concepción de la libertad individual incompatible con la convivencia ciudadana si se lleva a sus últimas consecuencias.

Las llamadas de Esperanza Aguirre a la rebelión ante la ley que modificaba los tipos fiscales del IVA, fueron otro ejemplo de esta suerte de insumisión ante la ley de esta derecha que se vuelve ácrata, cuando un gobierno socialista toma de acuerdo con la constitución la iniciativa legislativa y propone leyes que nuestro parlamento aprueba democráticamente y a ellos no les gustan.

La Educación para la Ciudadanía fue el ejemplo polítco más elocuente de esta actitud ante las leyes democráticas. Se aprueba una ley que establece que nuestro sistema educativo imparta una asignatura que habla sobre valores democráticos de convivencia, derechos fundamentales, valores constitucionales en definitiva, y esto a cierta derecha extrema no le gusta. Tal vez porque para ellos todo debe ser como siempre se han hecho las cosas, con la Iglesia católica ejerciendo el monopolio de la transmisión de valores en nuestros colegios e institutos. Pues bien, mala noticia para los fundamentalistas, la Constitución Española declara la aconfesionalidad del Estado y el pluralismo de nuestra sociedad. Por tanto, los valores a impartir en los centros educativos son los que emanan del propio texto constitucional.

Ante esto la reacción fue de beligerancia contra la ley, defendiendo un supuesto derecho de objeción de conciencia, que en realidad esconde una rebelión antidemocrática para no cumplir las leyes que no son de su gusto. Esta suerte de golpismo disfrazado de razones de defensa de la libertad individual, esconde una visión contraria a los fundamentos del sistema democrático mismo, que exige el cumplimiento de las leyes que emanan del parlamento donde reside la soberanía popular. Las soflamas incendiarias de algunos medios de la derecha extrema en nuestro país, donde a menudo vemos como tertulianos a dirigentes del Partido Popular, están más cerca de la línea editorial del diario El Alcázar que de las legítimas posiciones de unos medios conservadores o liberales pero demócratas.


Malos humos en definitiva, que oscurecen la pacífica convivencia democrática que conquistamos entre todas y todos con la Constitución Española. Malos humos que contaminan el ambiente hasta hacerlo irrespirable. Entender esto es defender nuestra Constitución.

1 comentario:

  1. Tío qué dices, no me seas fariseo xDDDD si vosotros hacéis lo mismo xDDDDD Compraos una isla y os mudais allí xDDD
    Desvíais la atención de lo importante, agitais a las masas, las controlais, intentais conducirlas con todos los medios a vuestro alcance, que no son pocos, tanto unos como otros, apuesto por la destrucción masiva, es la única salida, Tyler siempre tiene razón, Mayhem es inevitable y se acerca.
    REVOLUCION REBELION

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